sábado, 29 de septiembre de 2007

OH, LOS CANALES CULTURALES...

Leo en la revista de VTR (que es pésima, pero bueno: al final es para ver la programación, no más) que ARTV es un canal de lo más sufrido, que no tiene plata, que se le van los auspiciadores y que tiene un público muy limitado. Qué puedo decir: no me sorprende.

No hay nadie más convencido que yo que la literatura, la escultura, la poesía y el teatro son quizás las únicas cosas realmente nobles que ha producido la humanidad y por las que vale la pena que haya existido sobre este planeta, y tengo la impresión de que los de ARTV piensan lo mismo. Pero también tengo muy claro que no basta con creerlo y con ponerle el micrófono por delante a un par de escritores. No sirve. A los de ARTV parece que se les olvidó un principio básico del arte: la forma.

La televisión es un medio audiovisual, lo que significa que el audio tiene que ser bueno, atractivo, dinámico y de calidad, y la imagen también. Filmar y grabar, armar un programa, son artes por sí mismos. No basta con instalar una cámara fija delante de un ballet; no basta con sentar a un señor en un escenario plano para que hable. Termina siendo como el Canal del Senado: la política es y puede ser apasionante, pero una toma de un caballero de corbata haciendo un discurso durante 40 minutos con cero contexto acerca de qué está hablando aburriría hasta a Alexis de Tocqueville, si es por poner ejemplos cultos.

Marcel Proust fue un sujeto apasionante, Nijinski fue el maestro de los maestros, Guayasamin un monstruo del arte latinoamericano y el museo colonial de San Francisco es una belleza, pero hay que acordarse que verlos en la tele no es lo mismo que tenerlos delante. Una grabación sin un buen guión, ni dirección de arte, ni una edición dinámica consigue eso, como tres espectadores. Mi recomendación (por rara que suene) es que dediquen algo de tiempo a ver MTV, E!Entertainment y Sony: si con buen trabajo de televisión ellos pueden conseguir que cualquier tontuelo sin nada que decir cautive a las audiencias, ¿cómo no van ustedes a sacarle partido a las obras maestras?

Un abrazo.

No hay comentarios: